Nueva alfabetización

JLKIb

Una de las consecuencias del desarrollo de nuevas formas de escritura y de lectura surgidas a raíz de la aparición de las TIC, ha sido la necesidad de desarrollar nuevas formas de alfabetización adaptadas a los nuevos soportes, tipos de textos y géneros discursivos. Dada la omnipresencia que estas tecnologías tienen en nuestra vida diaria, aún resulta un tanto asombroso que la alfabetización digital no sea una tarea obligatoria para toda la sociedad. Lo que se escribe y lo que se lee hoy en día tiene lugar, en gran medida, en internet y en soportes digitales, por lo que contar con una buena alfabetización en este aspecto es garantía de una sociedad formada e informada, que domine todos esos géneros surgidos con la aparición de las TIC.

Por eso, me llama la atención que, más que como una necesidad y un derecho, la obtención de estos conocimientos sea vista en ocasiones como un lastre, que el aprender nuevas formas de expresarnos y comunicarnos no sea entendida tanto como una oportunidad, sino como una pesada tarea que hemos de cumplir para poder vivir en el mundo en que vivimos. Este nuevo estadio de alfabetización debería suponer un reto motivador para quien escribe y lee hoy en día, un paso «evolutivo» más en los procesos de alfabetización, no una amenaza ni un nuevo factor de desigualdad.

Además, el grado de pesimismo que existe en ocasiones en referencia a los nuevos lenguajes que las TIC han propiciado, me parece algo desmesurado. La idea de que nos vamos a convertir en una sociedad de iletrados, de que cada vez leemos menos, parece haber calado profundamente en la opinión pública y en aquellos encargados de formarla. Pero, ¿realmente leemos menos o simplemente es que leemos a través de otros soportes que no son los tradicionales?

Es cierto que la cantidad de información a la que estamos expuestos cada día no favorece una asimilación pausada y reflexiva de aquello que leemos, que corremos el riesgo de asimilar lo que leemos de forma parcial y fragmentaria, y que la constante presencia de otros soportes como son las imágenes o los contenidos audiovisuales, con frecuencia nos atrae más que la propia lectura y nos distrae de ella. Sin embargo, la lectoescriptura en la web tiene otro tipo de ventajas, como las de poder buscar información de forma mucho más rápida y eficiente que en el soporte del libro tradicional, la posibilidad de poder seguir diferentes caminos de forma orgánica y también la de mantener al lector en una posición activa con respecto al texto, del que puede ir y venir tantas veces como quiera.

Un Comentario

  1. Hola Maria, estic d’acord amb el fet que «este nuevo estadio de alfabetización debería suponer un reto motivador para quien escribe y lee hoy en día, un paso “evolutivo” más en los procesos de alfabetización» però discrepo amb el fet que no sigui un factor de desigualtat. Un ampli sector de la població prefereix Internet a la televisió, la premsa i la ràdio, tanmateix, les TIC són un recurs relativament nou i hi ha molts col·lectius que no han incorporat internet en les seves rutines diàries, ja sigui perquè prefereixen els formats convencionals o pel fet de no tenir disponible internet. En aquest sentit val la pena esmentar la qüestió de la fractura digital, que fa referència a la diferència socioeconòmica entre les comunitats que disposen d’accés a les noves tecnologies i les que no, i a les diferències que hi ha entre col·lectius segons la seva capacitat per a utilitzar les tecnologies de la informació i la comunicació (TIC) de forma eficaç. Salut!

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